15 de abril de 2011

El Proyecto de Cumbres en Familia

 

            Muchos creen que las posibilidades de que sus hijos quieran salir de excursión con ellos disminuyen conforme se van haciendo mayores. Piensan que los adolescentes y jóvenes no están dispuestos a hacer casi nada con sus padres, a los que consideran aburridos. Nosotros opinamos que sí es posible seguir haciendo actividades con ellos cuando crecen, aunque esto exige haber llevado a cabo un largo proceso de preparación, durante el que debemos dejarnos sorprender por ellos, por su motivación y por su capacidad.

             Puede darse una fecha concreta en la que surgió el Proyecto Cumbres en Familia: el 18 de abril de 1998. Durante la subida en familia al Calderón, montaña más alta de la Comunidad Valenciana, decidimos subir juntos a las cumbres más altas de todas las provincias españolas. En aquel momento Berta tenía 12 años, Alex 11 y Miguel 7. Fue entonces cuando la idea genérica que teníamos los padres de que la mejor forma de salir a la montaña teniendo hijos era hacerlo con ellos, se convirtió en un proyecto concreto que nos ocuparía durante los siguientes 6 años, dando continuidad a las actividades, lo que además nos permitió progresar en técnica montañera y relación interpersonal.


            Cuando terminamos las 46 ascensiones en agosto de 2003 algunas cosas habían cambiado, otras no. Los pequeños ya no lo eran tanto, nos sentíamos capaces de mucho más y seguíamos teniendo ganas de hacerlo juntos. La primera expedición fue al Atlas marroquí donde subimos al Toubkal, el primer cuatro mil (2004). En los años siguientes fuimos a los Andes en Ecuador (2005), donde subiendo al Guagua Pichincha, Corazón, Illiniza, Cotopaxi y Chimborazo alcanzamos nuestros primeros picos de cinco y seis mil metros. Un año más tarde fue el Cáucaso ruso, donde alcanzamos el Elbrus, la montaña más alta de Europa y donde vino por primera vez Rober a completar (por ahora) el equipo.
         En 2007 buscamos las montañas de los Alpes, subiendo al Monte Rosa e intentando sin fortuna el Mont Blanc. En 2008 en los Andes de Bolivia subimos el Austria, el Ilusión, el Huayna Potosí y el Sajama, nuestra montaña más alta por el momento (6.542 metros). En 2009 estuvimos en los Alpes franceses (Aguja Dibona y Roche Fario, entre otros) y en 2010 alcanzamos el Kilimanjaro, cumbre culminante de África, e intentamos el Monte Kenia donde nos quedamos a unos 300 metros de la cumbre (sí que subimos a la Punta Lenana, que muchos se apuntan como Monte Kenia, aunque no tenga nada que ver).



            Y todo esto sin hablar de innumerables excursiones y ascensiones en las montañas españolas, en los Pirineos, Sierra Nevada, Picos de Europa o Gredos, en verano y en invierno, andando, escalando o esquiando, muchas juntos, otras en pequeños grupos o totalmente solos.



            Llevamos toda la vida subiendo montañas juntos y en contra de todas las voces que nos decían a los padres que aprovecháramos mientras pudiéramos para hacerlo toda la familia junta, que eso iba a durar poco, no parece que vayamos a dejarlo por el momento. Surgen multitud de proyectos y todos ellos pretenden llevarnos a la montaña a todos juntos, a subir más alto (o no), por rutas más difíciles (o fáciles), a montañas más lejanas (o de aquí al lado) o en condiciones más difíciles (o más cómodas). Creemos que nuestra experiencia demuestra que en familia se pueden hacer muchas cosas juntos, y que esas actividades pueden ir mucho más lejos de lo que normalmente se cree.



            El Proyecto Cumbres en Familia generó el libro que recoge las cumbres culminantes de todas las provincias, y ahora sigue propiciando cosas que creemos que pueden ser interesantes para mucha gente y así se lo queremos transmitir.

Ahora el Muztagh Ata dará un nuevo paso en el proceso. Un paso bastante grande, pero apasionante donde los haya y que esperamos llevar a cabo todos juntos.




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